Alejandro Sanz: Un músico que excede el universo femenino adolescente

Buenos Aires, 24 de marzo (Reporter, por Laura Lunardelli). Con el estadio River Plate por escenario, el cantante pop Alejandro Sanz ofreció en la Ciudad de Buenos Aries un concierto en el que demostró que su música excede los hits predilectos de un universo femenino adolescente. El español hizo gala de su raíz flamenca y deleitó a la concurrencia tocando el piano y la guitarra.

Por más de dos horas se extendió el recital con el que Alejandro Sanz presentó ante el público porteño su flamante álbum "El tren de los momentos". Acaso porque el trabajo fue lanzado hacia fines del año pasado los temas más celebrados por el público fueron los más antiguos e incluso los del disco anterior, "No es lo mismo".

Apenas diez minutos después de lo previsto, a las 22.10, se apagó la luz en el predio de Núñez para dar paso a los aullidos de la concurrencia, que esperaba ansiosa la aparición de Sanz. El músico se mostró en el escenario tras una introducción en la que se escucharon sirenas de tren y ruidos de máquina de locomotora, acordes al título de su último trabajo.

"Atención: 'El tren de los momentos' efectuará su llegada a Buenos Aires en breves instantes", se escuchó por altavoz, cual en una estación ferroviaria. Y entonces llegó Sanz, de jean y saco azul sobre remera al tono y con una guitarra eléctrica que sólo dejaría para cambiarla por la acústica o por el piano.

La canción que abrió el show fue la que da nombre al álbum más nuevo, "El tren de los momentos". Y, después de sonar "En las plantas de tus pies", llegó el tan esperado saludo del artista para con su público.

"Buenos Aires buenas noches… buenas noches a todos ustedes que están aquí. Hemos luchado mucho para estar esta noche aquí pero merece la pena. Queremos invitarles esta noche a este viaje que es 'El tren de los momentos'; seguro que caben todos. Esta noche es nuestra", dijo, y el publico respondió con un afectuoso "olé / olé / olé / olé / Ale / Ale".

"Quisiera ser", "Enséñame tus manos", "A la primera persona", "La peleíta", "Cuando nadie me ve" -con el predio iluminado por los celulares del público- y "Corazón partío" -con la concurrencia toda haciendo palmas-, fueron las canciones que siguieron en un show con una puesta impecable en cuanto a luces y escenografía pero con un sonido que nunca se acomodó totalmente y que recién fue digno de tan relevante presentación a partir del tercer tema.

Y Sanz siguió hablando con su público, a pesar de su expresa parquedad. "En este mundo nuestro un poco loco siempre hay un punto en el que podemos converger -dijo, y mencionó como puntos de encuentro posibles entre la gente desde la música hasta el fútbol-. Más que buscar diferencias hay que buscar juntos la igualdad. Más que de diferentes religiones y de diferentes países somos todos iguales".

"Donde convergemos", "Regálame la silla donde te esperé", "Se lo dices tú", "Labana" -con Sanz bailando y arengando al público a imitarlo- y "Mi soledad y yo" siguieron en el desarrollo del show, antes de una serie de canciones enganchadas que fueron las más coreadas y entre las que estuvieron "La fuerza del corazón", "Amiga mía", "Y, ¿si fuera ella?" y "El alma al aire".

"Hemos llegado al final…", dijo Sanz, y la concurrencia contestó con silbidos porque nadie quería que se terminara el show. "Me gustaría ser más elocuente, pero hay dos cosas que me faltan en la vida: una es patinar y la otra es hablar. ¡Gracias! Tendría que saber qué decir ahora… Los quiero guardar en mi corazón. Nos estaremos viendo. Gracias de corazón Buenos Aires… Argentina", dijo, promediando hora y media de show, y antes de interpretar "Try to save your s'ong".

Para los bises Sanz eligió un set acústico aflamencado que incluyó "Todo es de color" y después volvió a la electricidad con "Te lo agradezco pero no" y una fan como cantante invitada -para la envida del resto, claro está-.

"Ahora sí… Muchas gracias Buenos Aires. Nos vemos por ahí… nos vemos en el camino. Hasta la próxima. Gracias", se despidió, finalmente, Sanz. Y como cierre, tras dos horas y diez minutos de show, sonó una de sus más afamadas canciones de todas las épocas: "No es lo mismo". (Reporter)

LL