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Wednesday, June 21, 2006

Charlie 3: Los desamorados del rock argentino

Buenos Aires, 16 de junio (Reporter, por Laura Lunardelli). A contracorriente del rock que por estos días es masivo y popular en la Argentina, Charlie 3 acaba de lanzar su álbum "Desamor" e iniciará una gira nacional apostando a dar "algo diferente" respecto del patrón "rocanrolero" que consume la mayoría.

"El país está pasando por un momento de aceptar lo que más rápido le llega, lo barato, no hay una búsqueda artística. El público está adormecido en la droga y las compañías apoyan eso porque es lo que les reditúa", lanzan los integrantes de Charlie 3, en diálogo con Reporter. Y aclaran que, en su caso, salirse del común denominador es lo que los motiva. Porque esa "es la esencia del punk".

Aunque si de estilos se trata, la definición que mejor le cabe a la banda es la de "emo-punk". Esto es, letras introspectivas y sentimentales que conectan directamente con el público al ritmo del hardcore y el punk.

Tal peculiaridad -poco común en estos lares-, será lucida por Charlie 3 el domingo 18 de junio en El Teatro. La fecha que compartirá con Smitten es el puntapié inicial para una gira que comprenderá una veintena de shows en sitios que van desde el conurbano bonaerense hasta Salta, Jujuy, Tucumán, Rosario y Comodoro Rivadavia.

La banda que integran Esteban Zunzunegui (bajo y voz), Pablo Florio (batería) y Martín Dócimo (guitarra y coros) no realizaba una gira tan extensa desde el año 2004, cuando, en el marco de sus shows del "Stencil Tour", pintaron alrededor de cinco mil stencils en superficies tan disímiles como una remera de Los Piojos y una bombacha.

+ El disco tiene un arte de tapa minimalista, casi naif, ¿por qué?

Martín: El arte del disco, como el video, lo hizo el grupo de diseñadores Fase; la idea nuestra era que sea muy concreto, por eso lo de blanco y negro. Por una cuestión de comunicación queríamos que los colores fueran super concretos y después los dejamos volar a ellos. Representar en el arte lo que significa el disco a nivel musical es super importante y ayuda a la gente a entender más aún lo que quiere dar la banda. En este caso, el tema del desamor se plasma en esta cosa de nubes y medios tonos que tiene la portada.

+ ¿Es un disco introspectivo?

Martín: Lo que se muestra es casual; lo que sí podemos decir es que lo que mostramos tiene que ver con un estilo que tiene la banda de mostrar lo que tiene ganas de mostrar, más allá del contexto, porque nunca nos fijamos lo que está haciendo el de al lado.

+ Es un disco de desamor…

Esteban: Le pusimos "Desamor" para ser sinceros desde la tapa, porque el 90 por ciento de las canciones de amor son tristes. Igual, la característica de que las letras no coincidan con la música es una característica de la banda nuestra desde su nacimiento. Capaz tenemos una melodía alegre pero escuchás la letra y habla de una problemática social que no es para nada alegre. Nos tildaron medio de melancólicos cuando aún no existía la etiqueta de "emo-punk"…

+ ¿Los condicionan las etiquetas al momento de componer?

Esteban: Estamos atados al hardcore. Pero lo que hacemos es hardcore melódico, punk neoyorquino. Nosotros somos más "emotion" pero el "emo" tampoco es puro; lo que hacemos tiene raíces en el punk pero con las características del "emo" en el mensaje.

Pablo: La música cambia todo el tiempo y, en realidad, nunca encajamos en ninguna escena y esta es nuestra característica. La música de Charlie 3 no se puede definir. Es como la música de Catupecu. ¿A qué suena Catupecu? A Catupecu. Con Charlie 3 pasa lo mismo. Suena a Charlie 3. Tenemos muchas influencias pero no encajamos con ningún género. Además, pertenecer a un género es regirse por reglas y eso es medio raro para el rock. Aunque hoy pasa que hay un estilo "rocanrolero", por ejemplo, que tiene unas pautas muy estrictas, pero esto tiene que ver también con el consumo, con la necesidad adolescente de consumir un patrón. Nosotros tratamos siempre de dar algo diferente. Tenemos influencias de los Ramones y los Sex Pistols pero también de Bad Religion y Smashing Pumpkins y el grunge. Todo se asimila y está buenísimo, por eso no nos gusta encasillarnos en nada ni etiquetarnos.

+ Pero el no encajar en ningún género hace más difícil vender discos y convocar público en los shows…

Pablo: Hoy es más difícil encajar en el rock que en otras épocas porque hoy en el rock hay una actitud de manada. La banda más alternativa, que podríamos decir que es Babasónicos, lleva diez mil personas, y las más masivas, tipo La Renga y Los Piojos, 50 mil. Hay un defasaje muy grande entre ambos estilos de rock.

Esteban: Nosotros tenemos una pretensión de crecimiento más allá de las fronteras argentinas porque a pesar de que tocamos para gente de acá y somos de acá y nos encanta el país, el arte no se tiene que limitar a ninguna frontera ni bandera. Más teniendo en cuenta que el país está pasando por un momento de aceptar lo que más rápido le llega, lo barato, no hay una búsqueda artística. El público está adormecido en la droga y las compañías apoyan eso porque es lo que les reditúa; no piensan en desarrollar artistas. Entonces se crea una especie de círculo vicioso. Pero eso es lo que nos motiva, porque salirnos del común denominador es la esencia del punk. (Reporter)

LL

 

Gustavo Cerati: El vengador del rock argentino

Buenos Aires, 17 de junio (Reporter, por Laura Lunardelli). Con la presentación en vivo de su álbum "Ahí vamos", Gustavo Cerati demostró que Soda Stereo forma parte de su pasado y que en un rock argentino signado por la mediocridad compositiva hay lugar para la calidad artística.

La del viernes 16 de junio fue la primera función de un extenso ciclo con el que Cerati mostrará en el estadio Pepsi Music (ex Obras Sanitarias) un repertorio que da cuenta de la amplitud y belleza del idioma castellano y de la inagotable fuente de riqueza del rock como género. Todo esto en un contexto rockero en el que, amén de alguna que otra excepción, prima el lenguaje burdo (y hasta soez) y una limitación musical digna de aprendices.

Y cabe aclarar que Gustavo Cerati está más rocker que nunca. Para su nuevo disco eligió poner las guitarras bien al frente y en vivo tal elección se potenció gracias a una banda de músicos que, precisamente, saben hacer bien lo suyo: Richard Coleman (guitarra), Fernando Samalea (batería), Fernando Nalé (bajo) y Leandro Fresco (sintes, laptop y percusión).

Enfundado en un atuendo cuasi futurista, cual "Mad Max" del rock vernáculo, Cerati mostró su flamante repertorio ante un desbordado y eufórico estadio Pepsi Music. Y para demostrar su orgullo respecto de las canciones de "Ahí vamos", tocó el disco casi completo e hizo apenas un par de hits de Soda Stereo.

El show comenzó apenas quince minutos después de lo previsto -a las 21.15-. Y, esta vez, el pop se limitó a la estética. Con una onda muy Roy Lichtenstein, y para emular el boocklet del disco, un telón dejó ver por un instante la figura del cantante y guitarrista a través de un círculo luminoso de rayas en blanco y negro. Y, al caer, dicha tela presentó en escena a Cerati y compañía en vivo y en directo.

El recital que se extendería por dos horas y media comenzó con "Al fin sucede", la misma canción que abre "Ahí vamos". Siguieron "La excepción" y "Uno entre mil" y la primera y una de las pocas alocuciones de la velada. "¡Ahí vamos, Argentina!", exclamó Cerati.

Después vinieron "Adiós", "Bomba de tiempo" y "Caravana" y la inevitable alusión al triunfo de la Argentina por seis a cero ante Serbia-Montenegro en el Mundial de Alemania. "Qué día, ¿no? Estamos todos así", dijo Cerati, con su brazo en alto a modo de arenga.

Y llegó el turno de rememorar el pasado, con la compañía de los ex Fricción Coleman y Samalea en el escenario como parte de su actual banda para hacer "Ecos", en una versión muy rockera a la que se sumó Tweety González. Si del pasado se trata, inmediatamente después sonaron "Tu medicina" (canción que Cerati compuso junto a Daniel Melero) y "Toma la ruta" (de Soda Stereo).

Pero siguieron sonando los nuevos temas: "Otra piel", "Medium" y "Me quedo aquí". El tracklist continuó con "Engaña", "Té para tres", "Avenida Alcorta", "Dios nos libre", "Cosas imposibles", "Vivo" y "Lago en el cielo".

Para los bises, tras un escueto "gracias", quedaron "Crimen", "Paseo inmoral", "Prófugos", "Planta", "Puente" y "Jugo de luna". Y la ilusión de que el rock argentino crezca en calidad artística como creció Gustavo Cerati a lo largo de su trayectoria. ¿Será posible? Al menos alguien da pelea. (Reporter)

LL

Saturday, June 03, 2006

Christian Castro presentó en la Argentina álbum "Días felices" y también hits

   Buenos Aires, 3 de junio (Reporter). Con un show que incluyó una
treintena de canciones y que provocó el delirio de sus fans argentinas, el
artista mexicano de pop latino Christian Castro presentó en el porteño
estadio Luna Park su álbum "Días felices" y también una catarata de hits.

   En el horario en que estaba programado el show de Castro, a las 21.30,
apareció como telonero en el escenario del predio de Corrientes y Bouchard
César Franco, argentino radicado en México que está pronto a editar su
trabajo debut y que interpretó tres canciones acompañado con una guitarra
acústica.

   Inmediatamente después, y ante un público mayormente femenino e integrado
por púberes y adolescentes acompañadas por sus madres y alguna que otra
parejita de enamorados, Christian apareció en escena y provocó la histeria
colectiva.

   De impecable traje negro, al igual que sus músicos, y con una guitarra
que prácticamente no tocaría hasta el final del show, Castro arremetió con
una intro para hacer, luego, el tema "Amor eterno".

   Tras los agradecimientos de rigor -en este caso con un "muchísimas
gracias"-, el vocalista interpretó "Sin tu amor". Y llegó la primera
dedicatoria a su incondicional público. Dedicó "a todas las rosas", es decir
"a todas las chicas", el tema "Lloran las rosas", mientras en las tres
pantallas de back se proyectaban imágenes de rosas y las luces teñían el
escenario de colorado.

   "Quiero agradecerles su presencia el día de hoy. Gracias Buenos Aires por
este reencuentro", dijo, para seguir con "Lo mejor de mi" y, discreta arenga
de por medio, con "Lloviendo estrellas", "No hace falta" y "Cuando me miras
así".

   Tras volar sobre el escenario objetos arrojados por las fans como cartas
y peluches, sonaron "Es mejor así" -canción en la que, por primera vez,
Castro tomó el micrófono y recorrió el escenario y hasta se animó con
algunos movimientos sensuales-, "Yo quería" y "Te buscaría".

   "Vamos a pintar Buenos Aires de 'Azul'", dijo posteriormente, para
interpretar uno de sus máximos hits. Y, como parte de una puesta que fue
obvia en todo momento, la escena se tiñó de color azul.

   Para deleite de las fans, hubo un bloque romántico, que incluyó
composiciones como "Si mes ves llorar", "Ángel", "Mi vida sin tu amor" -en
medio de la cual Castro recibió un enorme ramo de rosas-, "Volver a amar" y
"Por amarte así".

   "Dinamita", "Te llamé", "Gallito feliz", "Vuélveme a querer" y "Nunca voy
olvidarte" fueron los temas que siguieron antes de la despedida, además de
un "les quiero decir que nunca voy a olvidarlos" y un sentido "los quiero
mucho" de parte del artista.

   Los bises llegaron de inmediato y, nuevamente con su guitarra eléctrica,
Castro reapareció para hacer "Amor". Y luego llegó el momento de entender el
por qué de esa guitarra. Sentado en una banqueta al igual que el resto de
los instrumentistas que lo acompañaron en este segmento, cantó y tocó "Días
felices", la canción que da título a su más reciente trabajo discográfico.
"Estoy empezando mi vida como guitarrista, ustedes sabrán disculpar algunos
errores", se justificó.

  "Después de ti. qué?", "No puedo arrancarte de mí" y "No podrás" siguieron
antes de un enérgico "¡Gracias, chau!". Y la alocución y canción final: "Nos
despedimos, les mando un beso. Quiero dedicarles esta canción a todos
ustedes. Gracias por esta noche maravillosa", dijo. E interpretó, casi a la
medianoche para concluir más de dos horas de show y con su pequeña beba en
brazos, "Una canción para ti". (Reporter)



GL-LL


¿Los X-Men tendrán otra batalla?

Buenos Aires, 24 de mayo (Reporter). Más allá de que, desde su mismo título,
"X-Men: La batalla final" prometa ser la última parte de la saga
cinematográfica basada en la historieta de "Los Hombres-X", hay indicios en
la película para una posible secuela.
Una vez que ha terminado la guerra entre humanos y mutantes y entre los
mutantes mismos, y habiendo sido alcanzado Magneto por la "vacuna" capaz de
suprimir el gen "X", aún parece conservar sus poderes. No le hace falta más
que el dictado de su mente para mover una pieza de ajedrez en un tablero de
una plaza en la que aparece asoleándose como un anciano incapaz de causar
daño alguno.

A esta secuencia final, pero aún más tarde, justo después de los títulos, se
le suma algo sí como la resurrección de Charles Xavier, fallecido en un
duelo con Jean. Es decir, los dos personajes en torno a los cuales se tejen
los máximos conflictos, por ser líderes opuestos, están vivitos y coleando.

"Está todo dado para que ésta haya sido la última entrega de los X-Men,
aunque si funciona bien en Hollywood nunca se sabe", aportó el galán Hugh
Jackman en Cannes, donde se ha presentado la cinta fuera de competencia pero
con una parafernalia mediática tal como para no pasar inadvertida ni la obra
ni sus protagonistas.

Especulaciones van, especulaciones vienen, según el mismo Jackman, "el hecho
de que en los títulos finales aparezcan un par de 'teasers' no define nada".

"Creo que la idea de Fox es que la próxima sea una historia dedicada
exclusivamente a mi personaje de Wolverine, ya tenemos dos versiones del
guión y probablemente sea una precuela". Los seguidores de "Los Hombres-X"
agradecidos. (Reporter)

LL

"X-Men: La batalla final" ofrece acción pero también emotividad

Buenos Aires, 24 de mayo (Reporter, por Laura Lunardelli). Con mayor énfasis
en las escenas de acción que en las dos primeras entregas de la
saga -gracias a un presupuesto de 150 millones de dólares- y una trama que,
vacuna de por medio, pone a prueba los poderes de los mutantes y también los
prejuicios de los que es capaz la raza humana, este jueves 25 de mayo se
estrena en los cines argentinos la mega producción de Fox "X-Men: La batalla
final".

La película dirigida por Brett Ratner y escrita por Simon Kinberg y Zak Penn
reúne a las estrellas de las dos primeras partes de Hombres-X. Está Hugh
Jackman como Wolverine, una solitaria máquina de pelea que posee
sorprendentes poderes de curación, garras retractables de adamantio y una
furia animal; Halle Berry en el papel de Storm, quien puede manipular
cualquier tipo de clima y volar -en esta entrega, incluso a modo de
tornado-; Ian McKellen como Magneto, un poderoso mutante que puede controlar
y manipular el metal; y Patrick Stewart como Charles Xavier, telépata
fundador y líder de los Hombres-X.

También está Famke Janssen en el papel de Jean Grey, una mutante con
habilidades de telequinesia y telepáticas de incalculable poder que tendrá
gran protagonismo en esta parte de la saga; Anna Paquin como Rogue, quien
absorbe los poderes y pone en riesgo la vida de todo aquel a quien toca;
Rebecca Romijn como Mystique, capaz de adoptar cualquier forma; James
Marsden en el papel de Cyclops, cuyos ojos liberan un rayo de energía tan
intenso que puede atravesar montañas; y Shawn Ashmore como Iceman, quien
tiene la capacidad de disminuir su temperatura corporal e irradiar un frío
intenso.

Aaron Stanford como Pyro, capaz de manipular el fuego a placer; y Daniel
Cudmore en el papel de Colossus, que puede convertir su piel en acero
orgánico, también repiten sus papeles de "X2".

Y Kelsey Grammer se une al reparto como uno de los personajes más queridos
del universo de "X-Men". Es el Doctor Henry McCoy, también conocido como
Beast, un genetista sumamente inteligente que, al ser conejillo de indias de
uno de sus propios experimentos, se mutó todavía más y adquirió un pelaje
azul y bestial.

Hay que destacar que la película sobrepasa en atractivo visual a sus
predecesoras "X-Men" y "X-2". Mucho tuvieron que ver el coordinador de
acrobacias Simon Crane y el supervisor de efectos visuales John Bruno para
que las secuencias de acción fueran descomunales. Y también fue
imprescindible el entrenamiento de los actores.

Dos casos dignos de destacar, en este sentido, son el estilo de combate
"furia enloquecida" de Wolverine típico del cómic y su vuelo "bola rápida
especial" al ser lanzado por el brazo derecho súper fuerte de Colossus; y la
capacidad de volar de Storm, tras girar como un tornado para lograrlo,
completando 24 revoluciones en solamente dos segundos.

Pero, al margen del atractivo visual de la cinta, hay que decir que la trama
cobra una actualidad que, si bien tiene que ver con la esencia de la
historieta, pone de relieve conflictos interpersonales e interraciales que
son hoy motivo de guerras entre potencias mundiales.

Ocurre que en "X-Men: La batalla final" se propone una "cura" para los
mutantes. Éstos podrán elegir entre conservar su individualidad tal como le
fue dada, a pesar de que ésta los excluye y aliena, o renunciar a sus
poderes para poder formar parte de la sociedad caratulada como "normal".

Los puntos de vista divergentes de los líderes mutantes Charles, quien
predica la tolerancia, y Magneto, quien cree en la supervivencia del más
fuerte, conducen a propios y extraños a una guerra que puede ser la que
termine con todas las guerras.

Claro que, detrás de este enfrentamiento, hay un gran prejuicio, que tiene
que ver ni más ni menos que con calificar de "anormal" al que es diferente.
Y, así, aparece el intento de aniquilar todo lo que sea distinto por temer
antes que comprender las diferencias.

"Damas y caballeros, por fin tenemos la cura", anuncia, con bombos y
platillos, el mismísimo presidente de los Estados Unidos a través de la
televisión a humanos y mutantes. Pero, al frente de la resistencia mutante,
Magneto afirma: "Nadie nos va a curar. ¡Nosotros somos la cura!".

"X-Men: La batalla final" cuenta con un conflicto -el de la necesidad, por
parte de los humanos, de terminar con las "diferencias" de los mutantes-,
que intensifica el lado emocional de los personajes, en consonancia con
algunas de las historias de la ilustre vida de las tiras cómicas de "Los
Hombres-X".

Los protagonistas de "Los Hombres-X" eran un grupo heroico inusual, en
ocasiones sarcásticos, antisociales y claramente imperfectos pero reflexivos
cuando luchaban contra los demonios de sus vidas amorosas, lidiaban con los
traumas de la autoestima o enfrentaban a poderosos villanos en su universo
de poderes especiales. Y la tercera entrega de la saga cinematográfica les
hace justicia. (Reporter)

LL

Con la exhibición del documental en 3D "Deep Sea" se inauguró la tecnología IMAX en la Argentina

Buenos Aires, 12 de mayo (Reporter). Con la exhibición del documental "Deep
Sea" se inauguró en la Argentina un cine con tecnología IMAX, el formato
comercial de películas más grande de la historia del séptimo arte.

Una gran proporción de público infantil se dio cita en la sala montada en el
complejo de entretenimientos Showcenter Norte de Munro, aunque la tecnología
IMAX "apunta a toda la familia", según los dichos del gerente general del
IMAX Center Norte José Viñas.

"Siempre apuntando a la familia, porque IMAX apunta a la familia, vamos a
presentar películas documentales en rotación en distintos horarios como para
que la gente que concurre al cine tenga opciones variadas y, en el caso de
las películas comerciales, van a ser películas taquilleras y con efectos
especiales importantes, como 'Poseidón' y 'Superman returns'", detalló Viñas
en la presentación formal que se hizo de IMAX y de la que también
participaron el vicepresidente de ventas de IMAX Jeff Atkins y el
representante de IMAX para Latinoamérica Daniel San Martín, además de
famosos como Graciela Borges, Boy Olmi, Carmen Barbieri y Santiago Bal.

En el caso de San Martín, en una conferencia de prensa brindada tras la
exhibición de "Deep Sea", destacó su satisfacción por el hecho de que IMAX
por fin pueda disfrutarse en la Argentina.

"Siempre quisimos tener un cine IMAX aquí y por los diferentes problemas
económicos que se suscitaron no pudimos lograrlo antes. Pero gracias a la
gente de NAI International, que está haciendo una inversión muy grande, lo
pudimos lograr ahora", destacó el ejecutivo.

NAI International invirtió nada menos que nueve millones de pesos en traer
la tecnología IMAX a la Argentina, con una actitud pionera en este tipo de
salas en América Latina, dado que hay un solo precedente, en Guayaquil.

"Estamos en pleno proceso de expansión en Latinoamérica. Y está planeado
abrir salas en Guatemala, Costa Rica, Curitiva, Santiago de Chile y
Venezuela", expresó San Martín. Aunque, claro está, hace falta antes una
importante inversión, como la que ocurrió en estos lares de parte de NAI.

Concretado el lanzamiento de la tecnología IMAX en estas pampas resta
abocarse al disfrute, con un precio que no difiere demasiado del que se paga
en una sala convencional (de jueves a domingo el valor será de 16,50 pesos y
de doce de lunes a miércoles; en tanto, en una sala común es de 14,75) y con
el extraordinario formato de 70 mm y 15 perforaciones, con una pantalla de
26 por 20 metros y un sonido con una potencia de salida total de 14 mil W.

Lo que nos espera en formato IMAX es una librería de doscientos títulos
entre documentales educativos, entre ellos "The human body", "T-Rex" y
"Space Station", y también filmes comerciales con "flashes" en 3D como
"Poseidón" y "Superman returns". (Reporter)

GL-LL