"Le tengo un enorme desprecio a la muerte", dijo Joaquín Sabina
Buenos Aires, 4 de diciembre (Reporter, por Laura Lunardelli). Un lustro estuvo ausente de la Argentina Joaquín Sabina producto de un trombo cerebral y una adicción a las drogas y el alcohol que lo tuvo al borde de la muerte. Sin embargo, el músico asegura no respetar a la parca sino despreciarla.
"Respeto por la muerte ninguno. Le tengo un enorme desprecio. No merece que se hable de ella porque está siempre pisándonos los talones", dijo el artista, además de confesar que, "para poder disfrutar" de cosas que le quedan en la vida, como por ejemplo sus shows en Boca, tuvo que "levantar un poquito el pie del acelerador".
Sobre un posible cambio de discurso una vez dejada de lado su adicción a la cocaína, Sabina indicó que hay "médicos amigos" que le dicen que está "haciendo más daño ahora que antes con su mensaje".
"Yo digo que me quité la cocaína de la noche a la mañana", señaló, para dar cuenta de qué tan fácil le resultó dejar las drogas una vez que lo decidió. Amén de que para todos no sea igual de sencillo. Aunque no por ello va a expresarse en contra de una conducta que hasta no hace mucho le era propia. "No voy a tener ahora un discurso en contra de las drogas porque me dan nostalgia", agregó.
Y también dijo que no cambiarán sus canciones porque haya cambiado su tipo de vida. "Las canciones no cambian por lo que pasa con la nariz. Uno no puede seguir fingiendo ser un rockerito adolescente -explicó-. Ni Mick Jagger, ni Bob Dylan, ni Leonard Cohen pensaban que iban a llegar a los 30 años. Y no están dando, sin embargo, mensajes adolescentes".
Respecto de cuánto cambió desde que compuso la primera canción, Sabina dijo haberlo hecho "unas 400 veces", precisamente el número de canciones compuestas. "Uno cambia con cada canción. Si haces una canción que tiene éxito y pretendes repetirla estás perdido. Cada canción tiene que ser única", enfatizó. Aunque confió que su primer disco le gusta tan poco que "no es un disco sino una alcachofa" y "lo quemaría".
Sabina se esmeró en diferenciar las drogas de los drogadictos. "Las drogas han existido siempre y han andado siempre cerca de la creación. Otra cosa es el drogadicto pesado que te echa encima la baba", destacó.
El artista español fue consultado también sobre "el morbo" que genera una situación como la suya en el público y en la crítica especializada teniendo en cuenta que estuvo al borde de la muerte y por varios años no se supo si volvería a pisar un escenario.
"Hay un sector de la prensa en España al que se le llama basura", dijo, y destacó que si todo lo que publicó tal prensa fuera cierto no hubiera sido capaz de escribir en su carera 400 canciones y cinco libros.
Precisamente sobre su rol, Sabina dijo preferir denominarlo "oficio" y no "arte". "La palabra poesía y la palabra arte se escriben con mayúsculas que a mí me dan pudor. Le temo mucho a las grandes palabras -dijo. Lo mío es un oficio". (Reporter)
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