Pedro Almodóvar regresa al seno materno con "Volver"
Buenos Aires, 9 de agosto (Reporter, por Laura Lunardelli). Pedro Almodóvar hace honor al título de su película en "Volver". Vuelve al seno materno, a las historias de las mujeres que marcaron a fuego su infancia (su abuela, su madre, su tía), a su pueblo natal de La Mancha y a sus actrices fetiches Carmen Maura y Penélope Cruz.
"Esta película marca para mí un regreso a mis raíces más profundas, una reconciliación con mi infancia, con una época -feliz a veces, infeliz otra- que yo creía ya cerrada y que me ha sorprendido con su retorno", dijo el mismísimo Almodóvar ante la prensa mundial, cuando presentó su película en Cannes.
Y hay que destacar que "Volver" es un melodrama almodovariano en su estado más puro. Adulterio, incesto, duelo, muerte e imaginería popular son los ingredientes para las historias del grupo de mujeres en torno al cual se desarrolla la trama. Porque los hombres están tan ausentes como lo estaban en la infancia del director en un pueblo en el que el que no se iba a trabajar al campo buscaba suerte en la ciudad.
Son las mismas mujeres las que aparecen en la escena inicial de la película del célebre realizador manchego. Al son de la zarzuela "La rosa del azafrán", a modo de "coro de las espigadoras" hay un numeroso grupo femenino trabajando pero, en este caso, limpiando las lápidas de los difuntos en el cementerio.
"¡Qué de viudas hay en este pueblo! Las mujeres viven más que los hombres, salvo mamá", exclama "la Sole" (Lola Dueñas), en momentos en que se encuentra abocada al cuidado de la sepultura de sus padres junto con su hermana Raimunda (Penélope Cruz) y su sobrina Paula (Yohana Cobo).
Del cementerio con las viudas cuidando las lápidas de sus difuntos "para pasar sus horas muertas", tal como se dice desde la pantalla grande, la trama nos conducirá a otros escenarios pero con el mismo signo de la muerte presente.
Raimunda, Paula y Sole viven en Madrid. Raimunda es una mujer muy activa más que por propia voluntad por la necesidad de llevar el pan a su hogar teniendo un marido que trabaja poco y nada. Y Sole tiene una peluquería clandestina en su casa. Se encuentra sola, dado que su esposo la dejó por una de sus clientas. Así viven estas dos hermanas hasta que sobreviene la tragedia.
Un domingo de primavera, Sole llama a Raimunda para decirle que Agustina (Blanca Portillo), una vecina del pueblo, le ha avisado que la tía Paula (Chus Lampreave) ha muerto. Raimunda adoraba a su tía, y por ello su respuesta deja sin habla a su hermana. "No puedo ir al entierro; tendrás que ir sola", le dice.
Ocurre que instantes antes de recibir la llamada, recién llegada de uno de sus tantos trabajos, encontró muerto a su esposo en la cocina, con una navaja clavada en el pecho. Su hija confiesa haberlo matado porque, borracho, no cesaba de hacerle insinuaciones sexuales.
La única preocupación para Raimunda es salvar a su hija. Todavía no sabe cómo, pero lo que indudablemente no puede hacer es acompañar a Sole al funeral de su tía Paula en La Mancha, pueblo en el que nació y se crió toda la familia.
En contra de su propia voluntad, dado que tiene pánico a los muertos, Sole acude al pueblo sin compañía. "Dicen que tu madre ha vuelto para cuidar a tu tía", dice Agustina a Sole. Y ante la mudez de la recién llegada, insiste: "¿A tí no se te ha aparecido?".
Los padres de Sole y Raimunda habían muerto en un incendio unos años atrás. Alcanfor de las Infantas es presentada como una población arrasada por el viento del este, causa principal por el alto índice de enfermedades mentales que impera en el lugar así como de los incendios que han devastado la zona.
Pero, las mujeres que están velando a la tía Paula, aseguran haber visto a la abuela Irene (Carmen Maura). Claro que a través de su fantasma. Es que tía Paula estaba muy enferma y, según el vecindario, Irene regresó del otro mundo para cuidarla.
Una vez concluido el velorio, Sole regresa a Madrid. Al estacionar su automóvil, escucha ruidos que provienen del baúl. "¡Ábreme Sole! Soy tu madre. No te voy a hacer nada, estoy en el maletero de tu coche", dice Irene.
Es así como Sole abre el baúl y, efectivamente, se encuentra con su madre, o, quien sabe, con su fantasma. Ni siquiera se atreve a mirarla. Pero cuando logra superar el miedo se percata de que el fantasma es justo como era su madre cuando estaba viva, excepto que su cabello está casi blanco y descuidado y su piel está pálida.
Sole lleva a su madre a su departamento y le pregunta cuánto tiempo tiene pensado quedarse. "Hasta que Dios quiera", responde este peculiar fantasma.
Dado el rango de semejante respuesta, a Sole no le queda más remedio que vivir con el fantasma de su madre y dejar que se involucre en el trabajo que desempeña en el salón de belleza. La presenta a sus clientas como una pordiosera rusa que conoció en la calle y a la que dio asilo por caridad. Entonces, cuando hay clientas, la madre no habla, solamente les lava el cabello y sonríe, cual si no entendiera palabra.
Así pasa el tiempo y Sole no se atreve a decirle a su hermana la situación en la que se encuentra. Y Raimunda, por su parte, le oculta la muerte de su marido, Paco (Antonio de la Torre), y le dice que la ha dejado y que le da la sensación de que no va a regresar jamás. En realidad, está intentando deshacerse de su cuerpo, pero no puede encontrar el momento adecuado porque tiene un trabajo nuevo que paga bien y que también le ofrece una posible solución para su terrible problema (qué hacer con el cuerpo).
Pero llega el momento en el que el fantasma de Irene quiere ver a su hija Raimunda y a su nieta Paula. Ocurre que tiene necesidad de hablar con Raimunda. De hecho, ha regresado para ello del otro mundo.
"He vuelto para pedirte perdón", le dice Irene a Raimunda, una vez que se encuentran. La urgencia sobrenatural de la madre por volver y hablar con Raimunda tiene que ver con un secreto que su hija ha escondido desde que era niña y que solamente ellas dos conocen.
Este secreto, al final de la historia, unirá para siempre a las mujeres de la familia. Porque todas ellas están involucradas en una historia atroz y conmovedora a la vez.
Carlos Blanco, María Isabel Díaz, Nieves Sanz Escobar, Carlos García Cambero, Pepa Aniorte, Elvira Cuadrupani, Alfonsa Rosso, Fanny de Castro y Eli Iranzo completan el elenco del filme que para los argentinos tendrá un singular atractivo si se tiene en cuenta que incluye un tango nada menos que de Carlos Gardel y Alfredo Lepera, "Volver", a cargo de Penélope Cruz en la ficción pero doblada por la cantaora Estrella Morente.
Con guión y dirección de Pedro Almodóvar, el filme cuenta como productor ejecutivo a Agustín Almodóvar, fue producido por Esther García, la música es de Alberto Iglesias, el editor es José Salcedo, la dirección de fotografía de José Luis Alcaine, la dirección de arte de Salvador Parra y la dirección de casting de Luis San Narciso. (Reporter)
LL
<< Home