Los Piojos actuaron en el Luna Park sin publicidad y sin banderas pero con mucho rock
Buenos Aires, 27 de abril (Reporter, por Laura Lunardelli). Con un show que
incluyó una treintena de canciones y ocho mil fans que agotaron la primera
de las tres funciones programadas para el estadio Luna Park, Los Piojos
demostraron que se puede montar un espectáculo de rock sin hacer uso de la
hasta ahora imprescindible parafernalia mediática y publicitaria.
"Está bueno esto de tocar sin publicar nada, con el boca a boca", adujo el
líder de Los Piojos, Andrés Ciro Martínez, en una de sus primeras
alocuciones de la velada y para dejar en claro la elección del grupo de una
modalidad de trabajo independiente en el real sentido de la palabra.
El concierto -el primero de la seguidilla del 26, 27 y 29 de abril con
tickets "sold-out"-, se había iniciado casi media hora después de lo
previsto, rondando las 21.30, con las canciones "Te diría", "Desde lejos no
se ve" -en la que Andrés Ciro cambió guitarra por maracas-, "Fantasma" y
"Chac tu chac". Y hay que destacar que, producto de las reglamentaciones
post-Cromagnon, no se desplegaron en el predio de Corrientes y Bouchard las
típicas banderas alusivas a la banda.
"Buenas noches, ¿cómo están? Tanto tiempo...", saludó Martínez. "Teníamos
ganas de verlos en un lugar así, techado, más chiquito, para sentir más el
calor de ustedes", añadió el vocalista.
"El blues del traje gris", "Ay ay ay" -con una intro de palmas del público-,
"Al atardecer", "Luz de marfil", "Fijate" -con el bajista Micki Rodríguez en
la voz-, "Agua", "Buenos días Palomar" -primer inédito de la noche-, "Labios
de seda", "Arco", "A veces", "Quemado" y "Entrando en tu ciudad" fueron las
canciones que siguieron. Y "Como Ali", con Andrés Ciro luciendo su habitual
bata de boxeador, fue la composición elegida para el cierre.
Claro que faltaban los bises en un concierto que se extendería por más de
dos horas y en el que el público, mayoritariamente adolescente, no se cansó
de alentar sobremanera con su cántico "vamo'lo'piojo'vamo'lo'piojo".
Para el final quedaron canciones como "Olvidate (ya ves)", "Motumbo", "Llega
el tren" -inédita, al igual que "Buenos días Palomar" ya escuchada en vivo
pero aún no plasmada en estudio-, "El farolito" y "Babilonia" y una comunión
con fans del rock nacional y popular que, después de Cromagnon, acaso tenga
más que ver con la lírica y la música de las canciones que con la noventista
modalidad futbolera "gorro, bandera y vincha".
Porque, sin banderas y sin bengalas, el espectáculo estuvo arriba del
escenario y no en la hinchada. Para ello hacen su arte los artistas. En este
caso Los Piojos. Y muy bien. (Reporter)
LL
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