The Rolling Stones brindó un show "caliente" en la Argentina
Buenos Aires, 22 de febrero (Reporter, por Laura Lunardelli). Con el
imponente marco de un estadio River Plate desbordado por 65 mil fanáticos,
The Rolling Stones ofreció en la Argentina un concierto que su propio líder
Mick Jagger definió como "caliente".
"¿Está bien caliente, no?", inquirió, en perfecto castellano, el
vocalista de acaso la banda más trascendente del rock de todos los tiempos y
todas las latitudes si se tiene en cuenta una trayectoria de cuatro décadas.
Jagger había aparecido en escena minutos antes y tras una explosión, en
una pantalla de alta definición de 12 por 18 metros ubicada en el centro del
escenario, de imágenes alusivas al reciente disco "A Bigger Bang".
Como un verdadero big-bang, al menos en lo que a lo visual respecta, se
sucedieron íconos de la banda como la afamada lengua hasta instrumentos y
los rostros de los propios integrantes de los Stones.
De ceñido pantalón y remera negros y una reducida levita dorada, Jagger
dio comienzo a la velada con la interpretación de "Jumping jack flash" y
"It's only rock and roll (but I like it)", esta última canción acompañada
por imágenes de un video clip de los años 60 en el que Mick aparece vestido
como marinero.
Y tras un saludo apenas formal de "Hola Argentina, hola Buenos Aires" y
el tema "Shattered", llegó una comunicación más fluída con un público que
había arribado muy temprano al predio de Nuñez para ver a bandas soporte
como La 25, Las Pelotas y Los Piojos.
"Muchas gracias. Pasaron ocho años... Los extrañamos mucho. Están igual",
bromeó el cantante. Y anunció "esta es una nueva canción" antes de
interpretar "Oh no not you again" de "A bigger bang".
Siguieron "Tumbling dice" con Jagger cantando en una rampa y entre el
público, "Worried about you" con el mismo vocalista sentado al piano, la
nueva canción "Rain fall down" y, armónica mediante, "Midnight rumbler".
Aquí se dio uno de los momentos de mayor interacción con el público, a
través de los juegos cacofónicos que Jagger suele hacer con sus seguidores.
En "Nightime's the right time", homenaje a Ray Charles, Lisa Ficher
acompañó a Jagger en la voz. E inmediatamente vino la presentación de la
banda, hasta que Jagger, Charlie Watts y Ron Wood dejaron a Keith Richards a
cargo del escenario para las composiciones "This place is empty" (y el
estadio titilando con las luces de los encendederos y los teléfonos
celulares) y "Happy".
Una vez devuelto a escena, Jagger se hizo cargo del micrófono con "Miss
You" y el escenario se deslizó hacia el centro de la cancha para que los
británicos hicieran allí temas como "Rough justice", "Start me up" (con Mick
revoleando su sudada toalla al tiempo que los fans revoleaban sus sudadas
remeras en una de las jornadas más calurosas del verano.
Con "Honky town woman" regresaron al escenario mayor y, entonces, "Sus
Majestades Satánicas" interpretaron "Simpathy for the devil", con Jagger
ataviado con sombrero y chaqueta siete octavos aterciopelados de color
negro.
"Paint it black" y "Brown sugar" fueron las canciones elegidas para la
primera despedida, con un "muchas gracias, buenas noches". Pero Jagger
volvió a aparecer en escena pocos minutos más, con la canción "You can't
always get what yo want" y una camisa turquesa que se quitaría para el
cierre del show dejando ver una camiseta argentina.
"Satisfaction (I can't get no)" dio fin a dos horas de show y un "buenas
noches, hasta la próxima" de boca de Jagger hacia un público que no mostró
tantas remeras Rolling Stones como en las dos anteriores visitas del grupo.
No porque no las hubiera llevado sino porque el agobiante calor hizo que la
mayoría estuviera con el torso desnudo, incluso las chicas.
Fuegos artificiales acompañaron el saludo de la banda. Y más fuegos
artificiales entretuvieron al público en tanto los músicos dejaban el predio
de River en su tercera visita a estas pampas. (Reporter)
LL
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